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Ruta Día 5

El caminar se torna sereno, quizás por miedo a terminar y no saber o no querer qué hacer después. Sobre pistas de hojarasca, entre las últimas manchas de eucaliptos y robles, llegan las últimas aldeas de O Pino. El municipio de Santiago aguarda en un alto, junto al aeropuerto, y conduce al peregrino por la parroquia de Sabugueira. Desde la atalaya del Monte do Gozo se obtiene la primera panorámica de Santiago de Compostela y da comienzo un recorrido urbano que concluye a los pies de la fachada barroca de la catedral. El Obradoiro es el fin y el comienzo.

 

El itinerario

Veinte kilómetros tan sólo frente a los ya recorridos desde nuestro primer día. Lejos, muy lejos, aunque sólo hayan pasado varios dias, queda ya todo lo visto hasta ahora. Santiago, la plaza del Obradoiro y la catedral, ante la que nos emocionaremos, seguro, se encuentran aquí al lado. Tomando como referencia el albergue público recorremos el pueblo a la vera de la nacional y giramos a la derecha por la rúa do Concello, donde se encuentra el Ayuntamiento. Avanzamos de frente durante medio kilómetro y al llegar junto al colegio y las pistas deportivas giramos noventa grados a la izquierda. Por una pista de tierra cubierta de hojarasca nos internamos entre un bosque de eucaliptos, que abandonamos para entrar en San Antón, aldea de la parroquia de Arca. El lugar toma el nombre de una capilla asolada por un incendio (Km 1,3). Otro bosque nos aguarda a la salida de San Antón. Carballos autóctonos y eucaliptos reforestados, a granel, nos acompañan ahora hasta el núcleo de Amenal, de la parroquia de San Miguel de Pereira. Accedemos por pista asfaltada y pasando el río Brandelos cruzamos la N-547 por un paso bajo (Km 3,7), al que le sigue un fuerte repecho que sube a Cimadevila, último núcleo del Concello de O Pino (Km 4).

La subida continúa durante más de kilómetro y medio pero se torna mucho más asequible. Alcanzada la cota nos dirigimos al pie de la A-54 y la N-634. Ya no nos extrañamos al ver la valla de separación repleta de pequeñas cruces. Forma parte de la idiosincrasia de la peregrinación. Un monolito esculpido con el bordón, la calabaza y la vieira anuncia la entrada en el municipio de Santiago (Km 6,3). Rodeamos el perímetro del aeropuerto, dejando a mano izquierda varias hileras de balizas (Km 6,7), y después de cruzar una carretera secundaria entramos en San Paio, aldea de la parroquia de Sabugueira (Km 7,7). Rodeamos Casa Quian, afrontamos un breve repecho por pista asfaltada y tomamos la pista de la derecha, que desciende. Tras salvar la variante por debajo seguimos descendiendo por varios núcleos de la parroquia de Sabugueira: A Esquipa y Lavacolla (Km 9,5). Tras una curva cerrada pasamos junto a la parroquial de San  Pelayo, que luce inscrito el año de su construcción: 1840. Seguidamente cruzamos la N-634a y cogemos el desvío a Villamaior. En apenas cien metros cruzamos el río Sionlla, cubierto de ovas y conocido como arroyo de Lavacolla, lugar donde los peregrinos se despojaban de sus sucias vestimentas y se lavaban en vistas de su próxima llegada a Santiago (Km 10).

Por pista asfaltada iniciamos una cómoda subida que finalizará en el esperado Monte do Gozo. Atravesamos primero Villamaior (Km 11), pasamos junto al centro de la TVG (Km 12,7) y giramos 90 grados a la izquierda para hacer lo propio junto al centro territorial de RTVE (Km 13,5). Giramos noventa grados a la derecha y continuamos hasta la urbanización San Marcos (Km 14,8), antesala del Monte do Gozo. En lugar de seguir de frente nos desviamos a la izquierda para subir al monumento erigido en el año jacobeo de 1993, el mismo año que se inauguró el cercano albergue de peregrinos, el más grande de todo el Camino que es capaz de albergar hasta 300 personas un año normal y hasta 800 un Xacobeo. Desde este punto obtenemos la primera panorámica de Santiago y su catedral (Km 15,2).

Retomamos el Camino, dejando a un lado el acceso a la cafetería y los comedores, y bajamos hasta un tramo de escaleras. Acto seguido salvamos por un puente la autovía y las vías y progresamos de frente por la prolongada rúa San Lázaro (Km 16,7), donde se encuentran el Palacio de Congresos y Exposiciones de Galicia y el albergue de peregrinos San Lázaro, que permite dormir más de una noche. Enlazamos con la rúa do Valiño (Km 17,7) y continuamos de frente por la rúa das Fontiñas y rúa dos Concheiros, donde cruzamos la avenida de Lugo. Después la rúa de San Pedro (Km 19), que finaliza en el cruce con semáforos de la rúa de Aller Ulloa. Por el lugar donde se encontraba la Porta do Camiño entramos en el casco histórico por la rúa das Casas Reais, que sube hasta la praza de Cervantes. Una recta por la rúa da Acibechería nos traslada a la praza da Inmaculada, donde se localiza el monasterio de San Martín Pinarion.

Finalmente entramos bajo el Arco del Palacio por un pasadizo, donde se reúnen a tocar los músicos callejeros, para acceder a la Plaza del Obradoiro, donde la aventura termina. Mientras nos quitamos la mochila vamos descubriendo cada detalle de la fachada occidental y nos encaminamos al centro mismo de la plaza. Es difícil no emocionarse. Llegar a Santiago de Compostela como peregrino es una experiencia inigualable y creo que por muchos viajes que hayamos realizado alrededor del mundo pocos son comparables a este (Km 20).

 

Las dificultades

Un par de subidas nos separan de Santiago. Ambas son bastante discretas y salvo algún breve repecho se franquean con facilidad.

 

Observaciones

Tras subir por la escalinata de la catedral, admirar el Pórtico de la Gloria, dar el abrazo al Santo y descender a su sepulcro, la gran mayoría se dirige a la Oficina del Peregrino. Está en la rúa do Vilar, 1, muy cerca de la fuente de las Platerías. Esperaremos nuestro turno, rellenaremos un pequeño formulario, nos pondrán el sello de Santiago en la credencial y nos darán, si así lo queremos, la Compostela. Los últimos años recomiendan desde la Oficina del Peregrino sellar un par de veces por día la credencial en Galicia, entre medias y al final de etapa, pero si no se hace no pasa nada, a nadie que recorra al menos los últimos cien se le niega la Compostela. En horario de verano abre todos los días de 9 a 21 horas y en horario de invierno de 10 a 20 horas.

 

Qué ver, qué hacer

 

SANTIAGO DE COMPOSTELA

Desde el gran complejo en que se ha convertido el Monte do Gozo se ve, por fin, Santiago de Compostela y las torres barrocas de su catedral. Santiago, la meta de todas las rutas jacobeas, es una gran ciudad de 95.000 habitantes que compagina espacios de modernidad con el halo misterioso, religioso, romántico y cosmopolita de la plaza del Obradoiro. El feliz caminante descubre una ciudad de piedras oscurecidas por el paso del tiempo y la lluvia persistente. Rúas viejas con olor a Ribeiro y a pulpo se diseminan por todo el Casco Antiguo. La catedral representa el culmen del Camino y en ella descansa el apóstol, que provoca que centenares de miles de personas emprendan año tras año un viaje lleno de fatigas y experiencias que se convertirán en recuerdos para toda la vida. Monumentos no faltan en Santiago de Compostela. El precioso y excelso Pórtico de La Gloria, obra románica levantada por el Maestro Mateo y completada en 1188. Es un filigranero conjunto de tres arcos, con el central dotado de parteluz, de variada iconografía rescatada del Apocalipsis de San Juan. La fachada occidental de la catedral, barroca y alzada entre 1738 y 1749 por el arquitecto Fernando de Casas y Novoa. La Puerta Santa, con relieves del Maesto Mateo y que únicamente se abre durante los Años Santos. El Hostal de los Reyes Católicos, hoy Parador de Turismo; el monasterio benedictino de San Martín Pinario; el pazo de Raxoi, sede del Ayuntamiento, etc…

 

El monumento – Catedral de Santiago de Compostela

Dedicada al Apostol Santiago. Iglesia consagrada en el año 1128  (s. XII) y adornada con elementos barrocos en el XVIII. Es una buena muestra de iglesia de peregrinación.

De estilo románico con elementos posteriores renacentistas y barrocos.

De planta románica de cruz latina cuenta con tres naves divididas por arcos de medio punto, tribuna, crucero y girola. Tiene cinco fachadas.

 

catedral